Las personas con Síndrome Down presentan diferentes rasgos entre sí, aunque sí que existen unas características comunes, algunos de ellos pueden variar de unas personas a otras.
Para el diagnóstico, el personal médico debe conocer las peculiaridades que presentan estas personas para poder expresarle a los padres el diagnóstico, esto puede ser antes o después del nacimiento.
Cuando estos bebes nacen podemos encontrar que presentan al menos cuatro de estos rasgos: cara chata, reflejo bajo de Moro, hipotonía, hiperlaxitud articular, excesiva piel en la nuca, hendiduras palpebrales hacia arriba, displasia de cadera, orejas pequeñas con hélices plegados, clinodactilia del quinto dedo y pliegue palmar único.
Además de las singularidades mencionadas anteriormente pueden presentar o padecer diferentes problemas de salud, ya que suelen estar asociados a esta discapacidad, como por ejemplo:
Puente de la nariz ancha, eritema facial continuo, ojos con forma almendrada, cuello corto, manos pequeñas y anchas, pies con un amplio espacio interdigital entre el primer y segundo dedo, estreñimiento, cardiopatías congénitas, atresia intestinal, problemas pulmonares, problemas viso-auditivos, trastornos de conducta (déficit de atención, hiperactividad, autismo, etc.), alteraciones de columna o tórax, epilepsia, enfermedad celíaca, obesidad, predisposición alta de: leucemia, infecciones, disfunción tiroidea, envejecimiento prematuro, signos de Alzheimer alrededor de los 35-40 años etc.
Si nos centramos en los rasgos físicos vemos que el crecimiento de los niños con SD tiene un ritmo más lento que el del resto de niños. En relación a esto podemos añadir que la estatura generalmente está por debajo de la media según edad. Estas personas tienen una predisposición a padecer obesidad por lo que es importante cuidar la alimentación de estos niños para evitar problemas de tipo alimenticio.
La hipotonía muscular y laxitud ligamentosa generalmente no conlleva problemas para correr, montar en bicicleta, saltar, utilizar tijeras, escribir, etc., sobre todo si se ha llevado una buena atención temprana.
Debido a la estatura, hipotonía y flexibilidad, es frecuente que adopten una mala postura para estar sentados con las piernas flexionadas o colgando, la espalda doblada o echados hacia adelante.
Encontramos gran variedad de con respecto a inteligencia. Esta diferencia no parece tan apreciable en los primeros meses, distanciándose más de la media con el paso de los años. Esto se debe a que su cociente intelectual tiene un progreso más lento. Hoy día se afirma que la mayoría de los niños con SD tienen retraso mental moderado. El retraso que presentan puede ir de moderado a severo. Generalmente su CI se encuentra entre 25 y 75
Con el paso del tiempo hemos podido observar que con una buena intervención se puede mejorar el potencial de estos niños.
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